«Ikemeso»: Chiquillas japonesas contratan sementales para llorar

Las solitarias oficinistas asiáticas están pagando 52 lucas por hora para llorar en el hombro de un chiquillo guapo.

Ikemeso
Crédito: International Press

Japón siempre sorprende al mundo con sus extravagantes invenciones. Si no son robots gigantes, son extravagantes estilos de moda o juguetes sexuales del futuro.

Ahora, el país del Sol naciente nos vuelve a dejar anonadados con un nuevo rubro laboral. Las mujeres japonesas viven con un constate estrés en las oficinas, por lo que en muchas ocasiones buscan un hombro (masculino) en el que llorar; y es por esto que ahora las chiquillas asiáticas puede arrendar a un semental con quien llorar.

Hombres arrendables

«Ikemeso» es el nombre que se ponen estos chiquillos que andan causando furor en la isla asiática. El término proviene de las palabras «ikemen» que significa «guapo» y la palabra «mesomes» que se traduce a algo así como «llorar».

La empresa en cuestión ofrece para el alquiler a 6 modelos distintos. Cada uno ofrece un trato en particular de acuerdo a su personalidad. Está el chico malo; el tierno; el dentista; el intelectual; el urbano; y el distante.

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Crédito: Qore 

Según reporte QoreHiroki Terai, creador de este bizarro negocio asegura que los chiquillos son confiables. Esto provocaría que el negocio ande sobre ruedas, haciendo que un montón de japonesas oficinistas los llamen.

En tanto a los precios, por hora estos sementales cobran 7.900 yenes – algo así como 52 luquitas. Y aunque parezca un valor exorbitante, la empresa asegura que vale la pena. Esto, porque garantizan un trato delicado y tierno para la clienta.

El tratamiento en cuestión consiste en hacer que la chiquilla llore, para después seducirla y por último hacerle unos cariñitos, con uno que otro abrazo incluido.

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Crédito: Qore 

Un ikemeso es la opción para las mujeres que no pueden encontrar un hombre en Japón. Esto porque el estigma a las mujeres mayores de 30 año solteras en el país del Sol naciente es muy grande.

Y tu ¿qué opinas de esta «prostitución del futuro»?


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