Pamela Díaz y el embarazo de su primera hija: «En un momento tenía ganas de abortar»

En un nuevo capítulo de "Juego Textual", Pamela Díaz se confesó de todo sobre su vida personal y su larga carrera en televisión.

Pamela Díaz Foto (1)
Canal 13

La noche de este martes se emitió un nuevo capítulo de Juego Textual, donde Pamela Díaz llegó a someterse a las preguntas de las ocho panelistas del espacio, donde recorrió su extensa carrera en televisión, además de los distintos ámbitos de su vida sentimental.

Para comenzar, le recordaron unas declaraciones que ha hecho en ocasiones anteriores. “Pamela Díaz sin filtro sobre la maternidad: hubiera elegido no tener hijos”. En ese sentido, dio a conocer que si bien tiene una relación muy buena con sus hijos, también no ha sido fácil ser madre y hacerse cargo sola de ellos.

De esta manera, viajó al pasado y desclasificó que “cuando quedé embarazada, a los 18 años, en un momento tenía ganas de abortar y no tenía cómo decírselo a mi papá porque tenía miedo ya que yo quería ser modelo, quería ser animadora, quería irme para afuera y quería hacer miles de cosas”.

Siguiendo por esta línea, recordó que le contó a una amiga cuando supo que estaba embarazada e insistió en sus ganas de abortar para seguir adelante con sus planes profesionales. Sin embargo, eso cambió con el tiempo y decidió tener a su hija, Trinidad, quien hoy sabe de todo esto.

Pamela Díaz y su maternidad

Pamela puso énfasis en que “mantengo a mis hijos sola, a los tres” y que el hacerse cargo y responsable de ellos no es algo menor, por eso considera que ser mamá es una gran responsabilidad. A ella le gustaría poder ser más libre con su vida, por ejemplo, para viajar, pero debe trabajar bastante para mantener a sus retoños.

Dentro de ese contexto, destacó que “creo que hay un vacío tremendo” en torno a las pensiones alimenticias, “sobre todo en este momento” y confesó que “para mí están muertos los dos papás de mis hijos”. Ninguno la apoya con dinero para mantener a sus hijos.

Es así como la Fiera declaró que “es súper injusto cuando uno cría sola”, por lo que a veces “lloro, grito y pataleo, pero en mi casa”. No obstante, en la suma y resta, dijo sentirse “afortunada” por tener salud, trabajo, a sus hijos sanos y buenas redes de apoyo.


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