Ignacia Michelson revela secuelas tras peligrosa cirugía: «Para sacármelo me tienen que rajar la pierna»

En el adelanto de Mundos Opuestos, la chilena confesó que se hizo una cirugía muy joven y que la dejó con delicadas secuelas.

Operación Ignacia Michelson Mundos Opuestos
Canal 13

En el capítulo de esta noche de Mundos Opuestos, Ignacia Michelson va a impactar a sus compañeros al confesar su aterradora experiencia con una operación estética que salió mal.

Según narrará la influencer, invitando a sus compañeros a que le tocaran el muslo bajo las nalgas, fue engañada por una mujer que le recomendó una clínica en una casa particular. Y allí, le inyectaron algo que le aseguraron que era ácido hialurónico. Sin embargo, se trataba de un peligroso biopolímero.

«Si me tocas, tengo pelotas acá (bajo la nalga). Lo hice de pendeja, de h… Fue sin consentimiento, me mintieron, me estafaron. Estoy en proceso de demanda con muchas otras, porque le mintieron a muchas chicas», relató Ignacia Michelson.

Junto con esto, reveló que «incluso una de ellas murió, la mataron porque le metieron polímero y le dio un paro cardiaco, y en vez de llevarla a la clínica para que no los cacharan, se les murió», contará, añadiendo que las tres personas responsables de la clínica ilegal terminaron presas.

Las secuelas que tiene Ignacia Michelson

A ello agregará que dicha operación se la hizo en 2016, y que solo se dio cuenta de lo que tenía tres años después, luego de salir del reality ‘Resistiré’, cuando empezó a dolerle. «Yo era muy flaca pero con muchas pechugas y el trasero para adentro, entonces me molestaban, y quería tener más culo Yo les había pedido 500 cc y menos mal me pusieron solo 250″.

«Cuando recién me lo puse no se notaba tanto, pero después me lo rellené con grasa y la grasa se metió con el biopolímero, por eso se me ve tanto», detallará la chiquilla.

Además, para la sorpresa de sus compañeros, explicará que el procedimiento para extraerse el producto es lo peor de todo. «Para sacármelo me tienen que rajar la pierna, abrirme toda, y me sacan el músculo con toda la cuestión».

«Deja una cicatriz horrible, y aun así no sale todo. Lo peor es que hay riesgo de que lo que quede migre a otras partes. A mí me empezó a migrar a la pierna, pero no ha llegado al riñón menos mal», confesará.


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