Queda poco para el estreno de Mundos Opuestos y uno de los participantes que más promete es Leonardo Vallana, más conocido como ‘Princeso’, quien ganó popularidad gracias a su paso por ‘La Vega’ y más recientemente el reality online ‘Secreto en la cabaña’.
El hombre de 35 años siempre quiso estar en televisión, es más, ya había postulado previamente a la primera versión del programa en 2012, y desde entonces participó en los castings de casi todos los programas del género. «Lo que más me gusta de mí mismo es mi perseverancia», asegura al respecto.
Por eso, Leonardo dice querer cambiar su imagen con su ingreso a “Mundos opuestos” 2025, tras casi 15 años de intentarlo. «Quiero mostrar otro Princeso, una faceta 2.0. Quiero demostrar que no soy flojo. Voy a hacer cosas, como lavar la loza, limpiar los baños, hacer las camas, limpiar los guantes. Lo bueno es que si me toca estar en el mundo del Pasado voy a sufrir poco, porque los semidioses como yo no necesitan bañarse».
Y es que El Princeso tiene una notoria obsesión con los mitos griegos, identificándose con Aquiles. «Cuando era niño mi madre decía que yo era mitad divino. Entonces tuve que tomar un caballo e ir a Egipto a hablar con el oráculo de Siria, que me dijo que era hijo de Zeus, confirmado».
Definiendo su personalidad, en tanto, Leonardo sostiene que «soy un guerrero con el ego de Aquiles, pero con los sueños y la ambición de Alejandro, porque tal como él lloró al no poder conquistar India, yo voy a llorar si pierdo en el reality», y se compara con anteriores chicos reality.
¿Cómo será Princeso en Mundos Opuestos?
«Yo soy como un Oriano (en alusión a Oriana Marzoli), pero con el carácter del Chispa (icónico integrante de ‘Mundos opuestos’ de 2012). Es que yo tengo una personalidad cuática, conflictiva», asegura.
Siguiendo por esta línea, señala que «también dicen que puedo ser como Junior Playboy, y creo que sí, pero con más respeto, con más educación. Yo soy más de jugar con tu mente, de meter conspiraciones para generar conflictos entre los demás. Alejandro usó la inteligencia para destruir al Imperio Persa y es lo que quiero hacer».
Sin embargo, hay motivos más profundos para la obsesión de Leonardo con Grecia. Uno de ellos es alejarse de los prejuicios. «Es difícil este mundo que yo he decidido. Me ven como raro porque uso el pelo largo y me pinto los ojos. A mí me encantaría salir a la calle como salió el otro día Brad Pitt en una alfombra roja, usando una falda para hombre, pero en este país de mente tan cerrada me tratarían como homosexual. Por eso me encanta la cultura griega».
«A la gente le cuesta mucho adaptarse a mí, muchos se corren de mi lado. Entonces soy yo el que decido alejarme de las personas. Supongo que a toda la gente que es artista les pasa lo mismo. Por eso siempre digo que en este camino estoy solo, sin familia ni nada», manifiesta.