Según estudio: Esta es la edad a la que los niños empiezan a mentir y cuándo se hace más frecuente

El estudio reveló que "durante la adolescencia, se alcanzó el punto máximo, con un promedio de 2,8 mentiras diarias".

Mentiras En Niños
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La etapa de la vida en la que los niños mienten con mayor frecuencia ha sido estudiada en profundidad por científicos, quienes han analizado tanto las causas como las habilidades asociadas a este comportamiento.

Según un estudio publicado en Acta Psychologica, los adolescentes son los que más recurren a las mentiras, mientras que los adultos jóvenes, de entre 18 y 29 años, destacan por ser los más hábiles al mentir.

Los estudios muestran que las mentiras en la infancia aumentan con la edad, alcanzando su máximo alrededor de los 12 años. Según el Dr. Kang Lee, de la Universidad de Toronto, el 90% de los niños puede mentir a los 4 años, gracias al desarrollo de habilidades cognitivas como la teoría de la mente y el control ejecutivo.

¿Qué dice el estudio?

La investigación incluyó a 1.005 participantes con edades que iban desde los 6 hasta los 77 años, quienes, en promedio, dijeron dos mentiras al día. Sin embargo, los resultados revelaron que la frecuencia de las mentiras no es uniforme a lo largo de la vida.

Durante la adolescencia, se alcanzó el punto máximo, con un promedio de 2,8 mentiras diarias, lo que indica que esta etapa es especialmente propensa a este comportamiento. A medida que las personas entran en la adultez y posteriormente en la vejez, el número de mentiras disminuye de forma significativa, reflejando cambios en el desarrollo cognitivo, emocional y social a lo largo de las distintas etapas de la vida, según consignó Infobae.

En la infancia, las mentiras aparecen como un indicador del progreso cognitivo y social. De acuerdo con el Dr. Kang Lee, la habilidad para mentir refleja un avance en las capacidades cognitivas de los niños. Su estudio mostró que únicamente el 20% de los niños de dos años mentía, pero este porcentaje crecía hasta el 90% a los cuatro años.

La investigación también destaca el impacto de un ambiente familiar estricto o autoritario. Según un estudio dirigido por Talwar, los niños que enfrentan castigos severos tienden a mentir con mayor frecuencia y a desarrollar mentiras más elaboradas.

Para prevenir que las mentiras se conviertan en un problema. Los especialistas sugieren adoptar un enfoque educativo centrado en una comunicación abierta y en el ejemplo de conductas honestas. Talwar menciona en un podcast la importancia de valorar y fomentar la sinceridad en los niños, incluso cuando decir la verdad pueda ser complicado.


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