Protagonista del viral de la «vístima» habló del complicado momento económico que vive

En medio de la crisis sanitaria, Elizabeth Olgaz, más conocida como la vístima, reveló que está pasando por un complicado momento.

Vístima

Fue a principios del 2019 que Elizabeth Olgaz vivió su minuto de fama en nuestro país, luego de que la mujer se volviera viral por tratar de «vístima» a la ex esposa de Sergio Jadue en una entrevista con el matinal ‘Bienvenidos’.

A pesar de que en un principio no le gustó para nada que su error en pronunciación se volviera uno de los virales más populares del año, ya que incluso cayó en depresión por las burlas en su contra, más adelante aprovechó esa fama para instalar su propia fonda.

Pero en medio de la crisis sanitaria, Olgaz está pasando por un difícil momento económico, tal como lo contó en una entrevista con La Cuarta. «Soy diabética, hipertensa y tengo hipotiroidismo. No puedo salir a vender parches curita ni mis productos de goma de eva a la calle».

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«Económicamente estoy mal. Fui a inscribirme en abril para una caja de mercadería y todavía la Municipalidad no me la viene a dejar. Tampoco me dan los bonos del Gobierno, porque tengo mucho puntaje en la ficha de protección social» agregó la mujer.

Siguiendo por esta línea Elizabeth Olgaz agregó: «Vivo con mi esposo, que trabaja barriendo, y mi hija, que cuida un abuelito. Mi esposo estuvo tres meses sin trabajar, así que imagínese cómo estamos. Bienes Nacionales me dio una casa, pero no me alcanza para pagar los 110 mil mensuales. Estoy al tres y al cuatro. Más encima, tengo que comprar un remedio para la diabetes que me cuesta 50 lucas».

«Me cuido con los remedios que me dan en el consultorio, pero el de 50 lucas no lo pude comprar en mayo ni este mes», siguió, además de añadir que: «Me lavo las manos casa 45 minutos. Cada vez que cocino, tomo algo o salgo un rato, me lavo las manos».

Finalmente Olgaz señaló que lo que más extraña es abrazar a las personas. «Imagínese que ahora solo le pego con el codo a mi esposo para saludarlo cuando llega o se va. Incluso, dormimos juntos, pero de lejitos».


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