El próximo 1 de junio es el estreno de la nueva temporada de Mundos Opuestos, que ya confirmó a los 20 participantes que intentarán llevarse el millonario premio que entrega, y entre los que se encuentra una famosa influencer.
Se trata de Thammara de Jesús Palma Jara, conocida como Thammy, es una conocida influencer y modelo oriunda de Los Ángeles que está causando sensación en las redes sociales gracias a los videos en los que se ríe de ella misma.
Su historia no partió en redes, sino en el deporte, ya que pasó toda su infancia dedicándose al tenis, el que dejó por temas económicos y de autoestima. «Como soy de clase media, los demás se reían de mí, porque no me alcanzaba la plata para tener ropa Adidas y tenía que comprar en la ropa americana. No me alcanzaba tampoco para ir al extranjero para competir».
«Además, nunca creo que voy a ganar, siempre pienso que voy a lesionarme por ser tan flaca. El tenis es un juego muy mental, y como siempre llegaba pensando que iba a perder, nunca le gané a alguien que fuera mejor que yo», confiesa Thammy Palma.
Y es que la joven de 22 años, desde chica, ha sido objeto de bullying, lo que causaba estragos en su amor propio. “Siempre se reían de mí por mi cuerpo, me decían que tenía la nariz grande, que era muy flaca, que tenía las piernas muy largas. Una vez por salud mental me salí de un grupo porque sentí que me estaban haciendo daño”, recuerda.
El cambio de Thammy Palma
Un día, todo cambió cuando publicó en sus redes sociales un video donde mostraba su abdomen. «La gente se empezó a reír, me decían plana. Y como mi mamá siempre me decía que hay que reírse de las críticas, les empecé a responder a los haters burlándome de mí misma».
«Y ese video se hizo de un millón de seguidores, se viralizó. Así que desde entonces empecé a hacer más videos riéndome de mí misma, de mi nariz o de mis huesos salidos», comenta Thammy Palma.
Además, irónicamente, la delgadez que la hizo objeto de bullying pronto la convirtió en ícono de belleza, cuando la llamaron para ser modelo. «Fue por casualidad, no lo busqué. Yo creo que la gente se ríe de lo distinto, pero al final el modelaje busca lo distinto, y por eso me ha ido bien en esto».
«Me aprendí a amar y a querer. Ya no tengo miedo a girarme y que se vea mi nariz, o a hacer distintas poses, o a que mi cuerpo se vea muy delgado. Ahora, aunque me vea fea, me siento una diosa», asegura.
Es por eso que la joven, que se describe como «amistosa, chistosa y buena para hacer bromas», dice estar entusiasmada por entrar a Mundos Opuestos. «Me motiva la aventura, quiero conocerme un poco, y que la gente me vea que soy simpática y no me gustan las injusticias».
«Además, quiero que los que me hicieron daño me vean en la tele, porque seguro van a decir ‘¡Oh, yo la conocí a ella!’… ¡pero a mí nunca se me va a olvidar lo que me hicieron!», ríe.