Hace unos días que Canal 13 confirmó a los primeros participantes de Mundos Opuestos, el nuevo reality que busca reemplazar a Palabra de Honor y que promete a lo grande, mezclando a famosos con desconocidos.
Es en este contexto que, uno que ya está armando las maletas es ni más ni menos que Mike Milfort, joven de origen haitiano de 24 años, que en nuestro país es conocido por su faceta como influencer.
Según cuenta, se mudó a República Dominicana a los seis años y a los 17 arribó a Chile con su mamá para cursar Segundo Medio. «Alcancé a vivir tan poco en Haití y República Dominicana que ya tengo un problema de identidad… pero creo que he tenido más experiencias en Chile. Me siento más chileno».
En un principio, decidió trabajar como modelo, lo que le aburrió al tiempo y decidió dedicarse a crear contenido en redes sociales, lo que le trajo gran éxito, ya que cuenta con casi 9 millones de seguidores en TikTok y 1,4 millones en Instagram, siendo uno de los influencers más populares del país.
¿Qué espera de su paso por Mundos Opuestos?
Por eso, Mike dice que su ingreso a Mundos Opuestos será una oportunidad de crecer aún más digitalmente. «No quiero ser como ningún otro chico reality, quiero ser único. Me tengo mucha confianza, creo que estoy ready desde que nací. Cuando nací le dije a la enfermera que yo confío en mí, así que sé que puedo ganar».
Quizás lo que más destaca a Mike sea su sentido del humor, que él mismo define como «humor negro», y que usa como herramienta de defensa cuando le ha tocado experimentar el racismo.
«Cuando son racistas conmigo, yo respondo tirando la talla siempre, prefiero molestarme a mí mismo. Cuando le muestras a alguien que te molesta algo, le estás dando la razón. Creo que el racismo está impregnado en la sociedad y para mí los racistas son personas ignorantes, así que me siento superior a ellos y me burlo», declara Milfort.
Asimismo, dice sentirse preparado para vivir en el lado del pasado de la mítica casa de Mundos Opuestos, en caso de que su equipo pierda. «Quiero estar en el futuro, pero no me importa si me toca vivir en el pasado. Para mí andar muerto de hambre no es un reto, porque vengo de Haití».
Casado con una chilena a la que conoció en Tinder, Mike explica que su mayor reto para estar encerrado es que recientemente se convirtió en padre de una bebé que hoy tiene 10 meses. «Me da pena no ver a mi hija, ella lo pasa mal cuando no estoy».
«Pero mi esposa está feliz porque se libró de mí por varios meses. Además, ve esto como una gran oportunidad para que yo progrese profesionalmente. Menos mal no es celosa y confía totalmente en mí», sostiene el joven.