¿Quién es la «sanadora de Rosario» y a qué vino a Chile?

La argentina de 44 años que "bendijo" a la madre de Lionel Messi llegó a nuestro país, y los chilenos ya acampan para visitarla.

Leda Bergonzi
La Nación

Leda Bergonzi, más conocida como “La sanadora de Rosario”, es una mujer de 44 años que se ha transformado en un fenómeno religioso y que congrega a miles de personas en Argentina.

Tal es la magnitud de su popularidad, que existen registros dónde los habitantes hacen kilométricas filas para lograr estar cerca de ella. Incluso, la madre de Lionel Messi, Celia Cucittini, la visitó en septiembre pasado.

Según prensa trasandina, la «sanadora» recibió los Carismas de la Liberación y la sanación de la Iglesia Católica hace más de ocho años. Es fundadora del grupo de oración «Soplo de Vida», agrupación con la finalidad de difundir mensajes de esperanza entre sus seguidores.

Los asistentes que la visitan tienen la esperanza de ser curados de enfermedades propias o de seres cercanos, a través de rezos en arameo. Según Perfil, lo que más destaca a Leda Bergonzi es su humildad al considerarse una «persona común y corriente», atribuyendo su don al Santísimo.

¿En qué comunas estará «La sanadora de Rosario»?

Bergonzi ya se encuentra en Chile gracias a su fama y a su supuesta capacidad para sanar a las personas a través de sus manos.

De acuerdo a la cuenta de Instagram que promociona la visita de Leda Bergonzi en nuestro país, la argentina se presentará el próximo 6 de enero al Templo Votivo de Maipú, en la región Metropolitana. Cabe destacar que desde la noche del 4 de enero ya hay personas acampando.

Mientras que el 8 de enero visitará Quinta Normal, en la gruta de Lourdes.

¿Qué dijo Leda Bergonzi en su llegada a Chile?

Según indicó la argentina a Meganoticias, su llegada al país se generó porque «me han traído los chilenos, invitándonos por distintas sanidades que han recibido y eso fue abriendo puertas. Se han contactado con nuestras comunidades, han resuelto y bueno, acá estamos».

De esta forma, aclaró que no se considera una mujer sanadora, más bien «un instrumento de Dios, como tantos, hoy pudiendo ayudar a sanar no solamente lo físico, sino que también lo interior».


Contenido patrocinado