¡Se indignó! Hombre expone a restaurante que le cobró una ridícula suma por una ensalada

Un usuario de Twitter se volvió viral tras reclamar el inesperado precio que debió pagar por un almuerzo en Caburgua, Pucón.

Ensalada
Twitter

Paulo Colomés se volvió viral en twitter. Esto tras exponer en su perfil que en un restaurante en el sur del país le cobraron una inesperada suma por un plato de ensalada.

«Cuando te cobran 9.000 pesos en un restaurant por una ensalada surtida y llega esto, solitos matan su propio negocio evitando que uno vuelva o lo recomiende», se descargó en su perfil, adjuntando una fotografía de la dichosa ensalada.

El hecho ocurrió cuando se encontraba almorzando con su familia en el restaurante ‘El Mañio’, cerca del Lago Caburgua. 

Esto no fue lo único que compartió en sus redes sociales. Pues en un tweet posterior, el hombre señaló que había terminado pagando casi 60 mil pesos por dos jugos, la famosa ensalada, un congrio con pure y salmón con papas fritas.

La publicación no tardó en volverse viral, logrando hasta el momento 1,707 retweets y más de 5 mil me gusta. Además de contar con una serie de comentarios a favor de los dichos de Paulo.

Las declaraciones del cliente de Caburgua

El hombre conversó con el medio ADN respecto al tema. Aquí comentó como para él fue una experiencia bastante desagradable al que debió pasar.

«Pasamos a un restaurante que tenía buena pinta por fuera. Pedimos y fue horroroso. Había papas fritas pasadas en aceite, un salmón horrible y la ensalada la guinda de la torta. 60 lucas la gracia», señaló en priemr lugar.

«Pero en todo caso, no es raro que pase eso. El problema es mayor. En muchos lados se aprovechan y terminan matando el turismo», agregó.

«Malísima. Una asquerosidad (…) Mira la foto no más. Además, era limón falso, de ese en botella. Más encima decía la carta que era para 2 personas», se descargó contra la calidad del servicio que recibió en el restaurante de Caburgua. 

«Solo decir que esto es solo un reflejo de un problema mayor. Lugares que se aprovechan del turista y terminan desprestigiando una industria, un sector o una ciudad. Y terminan afectando a los dueños de locales que ofrecen productos buenos y a precio razonable», finalizó Paulo Colomés.


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