Kathy Orellana revela que está en centro de rehabilitación: «Voy a ser alcohólica toda mi vida»

En una reciente entrevista, Kathy Orellana sorprendió al confesar que nuevamente entró a un centro de rehabilitación.

En agosto pasado, Kathy Orellana dio a conocer que gracias a la ayuda de Daniel Fuenzalida, había entrado a rehabilitación para tratar su adicción al alcohol, pero lamentablemente al poco tiempo dio a conocer que había decidido dejarla de lado.

«Lo que quiero es lograr entender, es salir adelante sola y con la ayuda de Dios, de mis papás, de mi pareja», es parte de lo que señaló en ese momento, asegurando que se estaría enfrentando a una depresión, pero que ya no creía en los doctores.

Desde ese momento que la cantante ha estado bastante alejada de redes sociales, sin compartir nada desde diciembre pasado. Pero la tarde de este jueves 30 de marzo, sorprendió al aparecer en Sígueme y te Sigo, donde sorprendió al revelar que decidió nuevamente entrar a un centro de rehabilitación.

Kathy Orellana y su nueva rehabilitación

Para comenzar, Kathy Orellana reveló que estuvo en rehabilitación en el centro Creeré Chile. «A mí me enamoró porque es un tratamiento cognitivo conductual. Te informan de tu enfermedad, te van conteniendo en el mismo dolor emocional y el conductual es el cambio de la conducta».

Siguiendo por esta línea, la ex chica Rojo agregó que «llegué ebria al centro y me dejaron descansar, dormir, comer, me apapacharon (…) nadie me juzgó, nadie me criticó».

Eso sí, aseguró que los primeros días no fueron para nada fáciles. «El primer día me desmayé como dos veces, el segundo día, no me desmayé tanto, el tercer día, ya estaba tiritona, cuarto día, me ayudaban a tomar el té».

«Voy a ser alcohólica toda mi vida», continuó Kathy Orellana, confesando que comprende perfectamente cuál es su situación.

«Estaba hecha pebre, me sentí muy sola, porque me iba mandando condoros tras condoros, subía cosas a Instagram, me retaba la gente por subir tantas cosas. Yo estaba perdida, no sabía para dónde ir, gritaba por ayuda, pero no la quería recibir. Mi pareja ha sido parte fundamental al igual que mi hijo, aunque no lo veo, es mi motor de lucha»