El test de inteligencia de tres preguntas que solo unos pocos pueden resolver

En un estudio donde también participaron estudiantes de las universidades de Harvard y Princeton, solo el 17% de los participantes lograron resolverlo.

Inteligencia

«Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad». Esa es una de las tantas definiciones que se pueden encontrar respecto a la inteligencia.

La inteligencia o coeficiente intelectual (CI) tiene varias formas de medirse, entre test y preguntas de ingenio. Sin embargo, en 2005 Shane Frederick, del Instituto de Tecnología de Massachusetts ideó un test de solo tres preguntas y el que es considerado el más corto del mundo.

En el estudio participaron 3.000 personas, quienes provenían de diferentes contextos socioeconómicos y con distintos niveles de educación. Incluso participaron estudiantes de las prestigiosas universidades de Harvard y Princeton. Lo llamativo es que solo el 17% de los que participaron lograron resolverlo.

También te puede interesar: Acariciar a tu mascota durante 10 minutos puede tener grandes beneficios para tu salud

A continuación te dejamos las tres preguntas:

  1. Un bate y una pelota cuestan 1,10 dólares en total. El bate cuesta 1 dólar más que la pelota. ¿Cuánto cuesta la pelota?
  2. Si 5 máquinas tardan 5 minutos en hacer 5 aparatos, ¿cuánto tiempo tardarían 100 máquinas en hacer 100 aparatos?
  3. En un lago hay un segmento de almohadillas de lirios. Cada día, el segmento duplica su tamaño. Si el segmento tarda 48 días en cubrir todo el lago, ¿cuánto tiempo tardará el segmento en cubrir la mitad del lago?

Respuestas:

  1. 5 centavos
  2. 5 minutos
  3. 47 días

Otro aspecto interesante que se descubrió gracias al estudio son las diferencias que surgen dependiendo de si el participante es hombre o mujer. Esto porque las respuestas de las mujeres estaban estrechamente relacionadas con las preferencias de tiempo, mientras que las respuestas de los hombres estaban vinculadas con las preferencias de riesgo. «Expresado en términos generales, ser inteligente hace que las mujeres sean pacientes y hace que los hombres asuman más riesgos», señaló el autor del estudio.


Contenido patrocinado