«Poco menos para despedirse»: Mauricio Flores recuerda el complejo cáncer de mama de su esposa

En conversación con Martín Cárcamo, el humorista habló sobre cómo es que sobrellevaron la dura enfermedad como familia.

Mauricio Flores De Tú A Tú
Canal 13

La noche de este domingo, Mauricio Flores estuvo invitado a De tú a tú, donde conversó con Martín Cárcamo sobre diferentes aspectos de su vida, pasando por su exitosa carrera en el humor, la complicada historia con su familia y el amor.

Por lo mismo que uno de los temas que no podía quedar afuera era su relación con su esposa Ximena, a quien conoció hace 23 años. «A ella le tocó la parte difícil, que yo a pesar de estar enamorado, aún no tenía todos mis conflictos arreglados. Ella, literalmente, pescó mi corazón, lo parchó e hizo que yo volviera a creer en el amor».

Es en este contexto que sin duda, uno de los momentos más duros de su relación, es cuando le detectaron cáncer de mama en grado 2, el cual en primer momento no quiso tratarse con quimioterapia, ya que estaba inspirada por el ejemplo de René O’Ryan.

«Él dejó de hacerse las quimio y se hizo terapias naturales, y lo veía en los eventos súper bien, así que decía ‘Si él no se hizo quimio y es deportista, yo no me voy a hacer quimio'». confesó el humorista. Por lo que tras el fallecimiento de O’Ryan, finalmente, Ximena decidió someterse a tratamiento.

Mauricio Flores y el cáncer de su esposa

De acuerdo a ella, el doctor le aseguró que el 80% de las parejas se separa tras el diagnóstico, porque las mujeres cambian mucho con la enfermedad y los hombres terminan dejándolas. Sin embargo, ella y Mauricio siguieron juntos el año y medio que duró el tratamiento.

«El día que ella iba a entrar a la operación, quería que yo le grabara un video aquí en la casa, poco menos para despedirse. Yo le decía ‘No, tienes que pensar positivo'», recordó Mauricio Flores.

El sentido del humor de Mauricio fue lo que más ayudó a Ximena en su recuperación. «De 10 veces que yo debería haber llorado, lloré dos. Me reía mucho con él. Mi hermana se quedó a vivir conmigo para cuidarme, y ellos son iguales, parecen hermanos, tienen un humor tan negro. ‘Moribunda, baja a tomar once’, me decían».


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