Alerta por el verano: Consejos para hidratar a los adultos mayores

Al no beber agua con frecuencia puede provocar en el organismo desorientación e incluso perdida de memoria en las personas mayores.

Tomar Agua
Cedida

Una cosa está bastante clara, verano es sinónimo de calor y por ende puede provocar deshidratación en las personas; con ello, los adultos mayores son los más frágiles y propensos en tener problemas de salud por la falta de agua.

Sequedad en la piel, dolores de cabeza o sensación de sed son algunos de los síntomas que se pueden presenciar en los cuerpos de personas mayores. “Este es un tema que se agudiza en verano, pero que las personas mayores deben enfrentar los 365 días del año”, comentó la Dra. Claudia Ríos de la Fundación Las Rosas.

“Las personas mayores pueden estar varios días consumiendo poca agua, sin darse cuenta que se están deshidratando, hasta que se presentan síntomas que pueden ser muy inespecíficos e incluso confundirse con manifestaciones de otras patologías, como caídas, problemas de memoria, cambios de conducta, desorientación, hipotensión o baja de presión, somnolencia, desmayos o incluso bajas importantes de peso”, añadió la médica.

Por eso, es recomendable que las personas consuman en promedio de 2 a 2,5 litros de agua al día, ojo que ese cantidad de liquido se distribuye también con el alimento que se consume. Aunque las complicaciones de beber agua según la doctora son los efectos que conlleva ir al baño varias veces durante el día; algo que es complicado para estas personas que tienen problema de desplazamientos, dependencia o deterioro cognitivo. 

Prácticas que ayudarán a los más regalones de la casa

Ante esto se sugiere diferentes consejos que pueda permitir y facilitar el proceso de hidratación en los adultos mayores, practicas que pueden ayudar a nuestros seres queridos, te las dejamos a continuación:

  • Distribución horaria con la cantidad de agua que requiere hidratarse el abuelito durante el día, esto con el fin de que no se fastidie al beber el liquido.
  • Tomar diferentes variedades de líquidos como aguas saborizadas, jugos de fruta e infusiones de yerba.
  • Preparación de alimentos que contenga liquido como sopas, cazuelas o consomés con el fin de incluirlos en su dieta alimenticia.
  • Consumir frutas y verduras de la temporada como sandía, melón, naranja, pepino y tomate.


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