Recientemente, un reconocido rostro de televisión relató una traumática experiencia que vivió en su juventud.
El sujeto en cuestión es Kurt Carrera, quien acusó al sacerdote Amador Soto, quien fue muy cercano a él.
«Para mí era el Padre Hurtado», explicó el humorista en conversación con La Cuarta.
Asimismo, detalle que debido a su gran confianza, lo acompaño en diversos viajes a lo largo del tiempo.
No obstante, en un viaje a Rancagua todo cambio, esto luego de que se vieran obligados a quedarse en un hostal por la noche. «Él hacía cuestiones, le pasaban plata y la juntaba. Hasta que se nos hizo tarde, de noche, y nos quedamos en una pensión que él ya conocía», explicó.
Kurt Carrera y su traumática experiencia
«No había luz, era un pueblo. No sé a qué hora habrá sido, que yo estaba durmiendo de espalda, y sentí que me hacían cariño y me movía un poco», confesó.
«En mi mente decía: ‘¿Qué es esto?’ No entiendo por qué…’. Entonces dije: ‘Padre’. Sacó la mano el huevón y me dijo: ‘¿Sí?’. ‘Nada’, le respondí, ‘¿a qué hora nos levantamos mañana?’. ‘Temprano’, me contestó», continuó.
Además, agregó que: «Yo —huevón— me di vuelta mirando para arriba, no veía nada: oscuridad… Y volvió a atacar, y ya me tocaba por debajo. Ahí juro que mi mente hizo cortocircuito, o es lo que creo».
«No me acuerdo de haberlo dejado ni de haber devuelto esa camioneta. La tengo borrada esa huevada… No sé si me tocó o no, o me violó, no sé, no tengo idea, no podría decirlo», detalló.
Respecto a su confesión, aseguró que dejó pasar varios años: «No lo hablé hasta ya adulto; creo que recién a los 30 y tanto. Pasó el tiempo, después lo recordé y un día le conté a mi madre, que para mí fue una liberación, porque mi madre era legionaria de María».
Kurt Carrera señalo que contó el suceso de manera pública, y luego de eso lo llamaron curas de la época. «Criminalmente, hay un seguimiento, hay gente afectada, que fue más grave, ¡se las violaron así en mala!».
Respecto a su paradero, asegura que no sabe donde está. «¿Está vivo? ¿Está muerto? Nunca más lo vi», continuó.
«Hoy, ya viejo, 51 años: me gustaría encontrármelo para decirle un par de cosas, huevadas que tengo atoradas. Pero bueno: si se da; si no, da lo mismo. Ya no me importa», cerró el ex Morandé con Compañía.
