Finalmente el Chino Ríos pudo vender su mansión. El tenista tuvo que bajar el precio del inmueble en más de una ocasión.
En 2016 el ex-numero puso a la venta su manso pedazo de casa, ubicada en el sector de Valle Escondido, en Lo Barnechea. A más de 5 de la publicación de venta, recién en 2021 el Chino pudo deshacerse del casón.
La vivienda consta 1.250 metros cuadrados, y 3.670 de terreno. Al comienzo tenía un valor de 200 mil UF, un precio que hace 5 años equivalía aproximadamente a $5.518 millones.
Luego de dos años a la venta, Ríos decidió bajar la propiedad a 156 mil UF ($4.300 millones), pero no hubieron interesados en la propiedad.
A comienzos del año, la casa diseñada del arquitecto Gonzalo Mardones, quedó en un precio de 100 mil UF, pero esto tampoco funcionó.
Según reportó Radio Pudahuel, actualmente la vivienda figura en el sitio de la corredora Soledad Vial Propiedades a un precio de 75 mil UF (cerca de $2.250 millones).
Sin embargo, la espera llegó a su fin – ya que recientemente la ex-casa del Chino ya se vendió. A pesar de que no se reveló en cuantos pesos el propietario compró la mansión, el último valor del bien inmueble fue de 75 mil UF.
«Gracias @svpropiedades por tu dedicación y profesionalismo. Qué lindos recuerdos vivimos en esa casa que hicimos con tanto cariño» comentó el Chino.
«Escándalos ilegales» contra el Chino Ríos
Jordi volvió a disparar en contra del Chino Ríos, luego de una disputa que habría empezado luego de que el Chino se burlara de la muerte del perro de Castell. A esto Jordi respondió que cuando alguien se «mete con su familia» se pone «brígido», en pocas palabras.
«Él sabe qué yo sé cosas de él que no voy a decir acá, porque le prometí a Juan Pablo (la pareja del fotógrafo) no responderle. Por suerte tengo un marido que tiene más criterio que yo. Yo iba a responder. Iba a ir con toda la ira», se confesó.
«Hay cosas que yo no sé si la prensa ha tenido acceso o no ha podido escarbar, pero son cosas bastante escandalosas, ilegales, que además se compran silencios con delitos graves donde está involucrada la vida de ciertas personas», concluyó Castell.