La perturbadora confesión del Chacal de Licantén tras hallazgo de cuerpo en un pozo: «Mi mamá me tenía aburrido»

Bajo los efectos del alcohol, Nibaldo no soportó que su madre lo retara por su comportamiento y, en un arranque de ira, tomó un hacha.

Chacal De Licanten
Agencia Uno

Nibaldo Soto Naranjo, un joven de 25 años, era ampliamente reconocido por su amabilidad y buen carácter. En la tranquila localidad de Licantén, situada en la Región de O’Higgins.

Su entorno lo describía como un muchacho trabajador, respetuoso y con un trato siempre cordial.

Sin embargo, su destino dio un giro inesperado cuando decidió trasladarse a Curicó con la esperanza de encontrar mejores oportunidades laborales. Fue en esa ciudad donde su vida tomó un rumbo oscuro y comenzó a sumergirse en los vicios, con el alcohol como su principal perdición.

Con el tiempo, su personalidad se transformó, y aquellos que lo conocieron en su juventud empezaron a notar cambios inquietantes en su comportamiento.

Aunque a simple vista nada hacía presagiar la tragedia que estaba por desencadenarse, su mente parecía haberse nublado por completo.

La creación de un chacal

Todo se remonta al brutal crimen de María Margarita Naranjo Muñoz, que ocurrió el 1 de noviembre de 2008, cuando su hijo, Nibaldo Soto Naranjo, conocido como «El Chacal de Licantén», la visitó.

Esa noche, tras compartir borgoña en casa de una vecina, regresaron a la vivienda familiar. Bajo los efectos del alcohol, Nibaldo no soportó que su madre lo retara por su comportamiento y, en un arranque de ira, tomó un hacha y le golpeó la cabeza con el canto posterior, causándole la muerte instantánea.

Para ocultar el crimen, arrastró el cuerpo hasta un pozo negro cercano, lo cubrió con tierra y basura, limpió la escena y se fue a dormir. Al día siguiente, regresó a Romeral.

La desaparición

La desaparición de María Margarita despertó la preocupación de su familia. El 7 de noviembre, Nibaldo Soto regresó a Licantén y se unió a la búsqueda, pero su engaño no duró mucho.

Durante la inspección en la casa, Carabineros notó tierra removida en un pozo séptico, lo que llevó al fiscal a ordenar su excavación. Ese mismo día, el GOPE encontró el cadáver de una mujer de 1,51 metros y 80 kilos, confirmando que se trataba de la madre del «Chacal de Licantén». 

Tras ser detenido, el sujeto confesó todo. «Mi mamá me tenía aburrido», admitió.

Una hermana de Nibaldo habló sobre su madre «Era la única que podía controlar el mal genio de Nibaldo, así que no sé qué fue lo que pasó esa noche. Lo único que sé es que ella no merecía morir de esa forma», concluyó.

Cabe destacar que en septiembre de 2009, Nibaldo, lo condenaron a la pena efectiva de 20 años de cárcel.


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