Se escucharon las plegarias: Crean píldora que hace desaparecer la caña

Yunfeng Lu, profesor de ingeniería química y biomolecular en la Universidad de California, desarrolló unas capsulas que prometen terminar con indeseados efectos de la excesiva ingesta de alcohol.

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Yunfeng Lu, profesor de ingeniería química y biomolecular en la Universidad de California, desarrolló unas capsulas que prometen terminar con indeseados efectos de la excesiva ingesta de alcohol.

Tras una noche de fiesta, alcohol y diversión, la mañana siguiente trae como consecuencia a la indeseada resaca o «caña». Algo que por siglos han sufrido millones de bebedores desmedidos y que no han podido encontrar una fórmula mágica para hacerla desaparecer.

Eso hasta ahora, ya que Yunfeng Lu, profesor de ingeniería química y biomolecular en la Universidad de California asegura haber desarrollado una píldora que elimina los efectos de la excesiva ingesta de alcohol.

«Como profesor de ingeniería química y entusiasta del vino, sentí la necesidad de encontrar una solución porque, aunque pueda parecer un proyecto frívolo, tiene serias implicaciones. Entre un 8% y un 10% de las personas que acuden a urgencias en Estados Unidos lo hacen por intoxicaciones alcohólicas agudas”, dice el profesor en un artículo de El País.

Yunfeng explica que el alcohol es el principal factor de riesgo de muerte prematura y discapacidad entre las personas de 15 a 49 años y su abuso conduce a graves problemas de salud. Por esta razón se vio en la necesidad de investigar una opción para disminuir los efectos de la resaca.

En conjunto con el profesor Cheng Ji, experto en enfermedades hepáticas de la Escuela de Medicina Keck, en la Universidad del Sur de California, y un alumno, creó unas cápsulas llenas de enzimas naturales que generalmente se encuentran en las células del hígado para ayudar al cuerpo a procesar el alcohol más rápido y las probaron en ratones.

Los resultados mostraron que el tratamiento logró disminuir el nivel de alcohol en sangre en un 45% en solo cuatro horas en comparación con los ratones que no recibieron las cápsulas.

“La concentración en sangre de acetaldehído —un compuesto altamente tóxico, cancerígeno, que causa dolores de cabeza y vómitos, hace que las personas se sonrojen al beber, y se produce durante el metabolismo normal del alcohol— permaneció extremadamente bajo. Además, los animales que recibieron el tratamiento despertaron del sueño inducido por el alcohol más rápido que los no tratados”, señala.

Actualmente se encuentran realizando pruebas para garantizar la seguridad de las capsulas, por lo que si los tratamientos demuestran ser efectivos en animales, los ensayos clínicos en humanos podrían empezar dentro de un año.

 

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